jueves, 30 de agosto de 2007

El árbitro Maglio se enojó


Una hora después de que terminara el encuentro en el que Independiente cayó por 3 a 2 ante Boca, en cancha de Racing, varios hinchas del conjunto de Avellaneda se encontraban en uno de los playones para felicitar a los jugadores, quienes dejaron todo en la cancha y pudieron hasta haber conseguido el empate de no ser por varios errores del árbitro, Carlos Maglio.
Pero la calma se detuvo unos instantes cuando apareció en escena el mencionado juez, quien se dirigía rodeado por policías hacia el móvil de seguridad que lo sacaría del estadio. Fue en ese momento que algunos de los simpatizantes comenzaron a insultarlo y a recriminarle por su mala actuación, que incluyó el no cobro de un penal claro a favor de Independiente a poco del final. Pero lejos de comportarse como debería hacerlo, y cuando nadie lo esperaba, Maglio se paró de golpe y le hizo a un gesto para que se le acerque a una de las personas que lo insultaba. Entonces varios de ellos lo hicieron y continuaron con las recriminaciones. Tras unos segundos de tensa calma, y con los uniformados controlando la situación, el juez puso su bolso en la parte trasera del vehículo y se subió al asiento delantero derecho.
Lo llamativo es que un árbitro que acaba de dirigir un clásico caliente haya tenido una actitud de este tipo, reprochable desde todo punto de vista. Cualquiera sabe que con los ánimos tan caldeados como estaban lo más recomendable es evitar cualquier encontronazo.
Sobre todo en tiempos en que la violencia en el fútbol aflora casi de la nada y sólo alcanza con un gesto para que se desarrolle cualquier incidente.
Por suerte, los hinchas de Independiente no pasaron el tema a mayores y Maglio se retiró del estadio rodeado de insultos.


Fuente:Infobae

Matías Dono

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