jueves, 21 de junio de 2007

La alegría de un país entero


El Obelisco volvió a convertirse anoche en la cita obligada de una celebración deportiva en Buenos Aires, como un gigantesco brazo extendido de los festejos que compartieron en Porto Alegre jugadores, dirigentes e hinchas boquenses por la obtención de la sexta Copa libertadores de su historia.
Apenas finalizada la final ante Gremio y pese al frio que azotó el día en Buenos Aires, los hinchas de Boca gritaron y festejaron, como si estuvieran en Porto Alegre con sus ídolos. Y mientras en la ciudad brasileña un grupo de poco más de 2.000 xeneizes festejaban en una de las tribunas del imponente Olímpico Monumental , en Buenos Aires cerca de mil hinchas hacían sonar bocinas y levantaban los "trapos azul y oro" que tantas veces mostraron en la Bombonera o en otras canchas del país. Claro que la celebración no fue exclusiva de Buenos Aires y Porto Alegre, porque en Argentina se festejó hasta en los sitios más alejados como Jujuy, ya que bien al norte del país hubo marchas y caravanas como en el barrio de La Boca. Los simpatizantes boquenses ataviados con gorros, remeras y banderas xeneizes se congregaron en el centro de San Salvador de Jujuy, en la tradicional esquina de Belgrano y Lavalle. E inclusive 300 kilómetros al norte de la capital, alrededor de cien hinchas se reunieron en la plaza de La Quiaca para manifestar su felicidad con petardos y bengalas que se observaron inclusive desde la frontera con Bolivia. Como siempre, como ocurre repetidamente en los últimos años, otra vez Boca convocó a los argentinos a celebrar, en Porto Alegre, en Buenos Aires, en Jujuy y donde late un corazón de sangre azul y oro, pero también celeste y blanca.

Fuente: Télam

Por Matías Dono

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