Ba...rro...zando el sueño
El Diario deportivo Olé publicó en su edición del domingo pasado “El fútbol en el lodo”. No se trataba de chicas en bikini demostrando atributos en el barro, sino de un grupo de británicos que decidieron practicar el deporte más hermoso sobre el lodo. Risueño resultó ver la nota del diario, hasta sonaba irreal. Pero lo risueño e irreal se dio ayer, y sino, pregunten por Parque Patricios.
La primera promoción entre Huracán y Godoy Cruz tuvo dos marcos. El primero, ideal ya que a las tribunas del Tomás Adolfo Ducó se acercaron alrededor de 22.000 hinchas, que desplegaron banderas; papelitos y guirnaldas; fuegos de artificio y cantos para todos los gustos. El otro marco fue total y literalmente marrón. El barro, producto de la lluvia que incesantemente cayó durante la tarde del miércoles, aportó un condimento especial.
Entre la tierra mojada se logró ver desde el comienzo un equipo con hambre, bronca y buen juego. Se trata de Huracán, que dolido tras la derrota ante San Martín de San Juan, entró a la cancha a arrasar, al igual que el viento de mitad de semana. Las ganas del Globo encontraron su premio a los 20 minutos cuando, luego de un corner pateado por Mauro Milano, llegó Walter Coyete para llenar la red y las gargantas locales. El primer tiempo se fue con el 1-0.
El segundo tiempo llegó con la cancha más marrón pero las bocas quemeras se mantuvieron repletas de gol. Un minuto marcaban las agujas de Pablo Lunatti cuando; luego de otro tiro de esquina, está vez ejecutado por Sánchez Prette, la peino Paolo Goltz y Joaquín Larrivey (19 goles en la temporada) empujó hasta el fondo de la red la pelota confirmando la vieja frase: “dos cabezazos en el área terminan en gol”. Luego llegó la expulsión de Gustavo Pinto, quien vio la segunda amarilla por un foul en la mitad de cancha a la figura del partido Cristián Sánchez Prette a los 16 del complemento.
El Tomba no pudo demostrar el buen fútbol que jugó durante el semestre en curso. Sebastián Torrico tuvo una noche tan engorrosa como el campo de juego; José Devaca estuvo inseguro en el fondo mendocino, Diego Villar no tuvo tiza para jugar en el mediocampo. Tres ejemplos para graficar que los de Juan Manuel Llop no hicieron pie en el Sur de la Capital Federal.
Huracán jugó su mejor partido de la temporada; fue más y se permite viajar a Mendoza con la ilusión renovada. Los dirigidos por Antonio Mohamed transformaron el barro en oro.
La primera promoción entre Huracán y Godoy Cruz tuvo dos marcos. El primero, ideal ya que a las tribunas del Tomás Adolfo Ducó se acercaron alrededor de 22.000 hinchas, que desplegaron banderas; papelitos y guirnaldas; fuegos de artificio y cantos para todos los gustos. El otro marco fue total y literalmente marrón. El barro, producto de la lluvia que incesantemente cayó durante la tarde del miércoles, aportó un condimento especial.
Entre la tierra mojada se logró ver desde el comienzo un equipo con hambre, bronca y buen juego. Se trata de Huracán, que dolido tras la derrota ante San Martín de San Juan, entró a la cancha a arrasar, al igual que el viento de mitad de semana. Las ganas del Globo encontraron su premio a los 20 minutos cuando, luego de un corner pateado por Mauro Milano, llegó Walter Coyete para llenar la red y las gargantas locales. El primer tiempo se fue con el 1-0.
El segundo tiempo llegó con la cancha más marrón pero las bocas quemeras se mantuvieron repletas de gol. Un minuto marcaban las agujas de Pablo Lunatti cuando; luego de otro tiro de esquina, está vez ejecutado por Sánchez Prette, la peino Paolo Goltz y Joaquín Larrivey (19 goles en la temporada) empujó hasta el fondo de la red la pelota confirmando la vieja frase: “dos cabezazos en el área terminan en gol”. Luego llegó la expulsión de Gustavo Pinto, quien vio la segunda amarilla por un foul en la mitad de cancha a la figura del partido Cristián Sánchez Prette a los 16 del complemento.
El Tomba no pudo demostrar el buen fútbol que jugó durante el semestre en curso. Sebastián Torrico tuvo una noche tan engorrosa como el campo de juego; José Devaca estuvo inseguro en el fondo mendocino, Diego Villar no tuvo tiza para jugar en el mediocampo. Tres ejemplos para graficar que los de Juan Manuel Llop no hicieron pie en el Sur de la Capital Federal.
Huracán jugó su mejor partido de la temporada; fue más y se permite viajar a Mendoza con la ilusión renovada. Los dirigidos por Antonio Mohamed transformaron el barro en oro.
Por Alejandro Manzano
1 comentario:
dale, dale huracan yo soy quemero... una gran fiesta en Parque Patricios, felicitaciones a huracan y Ale ahora vamos a ver a Huracan en primera como debe ser...
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