Avellaneda: una de cal y una de arena

Rojo de goles. Lo que Costas, vale. El equipo de la fecha. ¨Vamos a salir campeones¨. Pedro, mirá quien vino. Dioses del Olimpo. 5-3. 2-0.

En esas breves frases se resumió en los diarios mas populares de Argentina el fin de semana que vivieron los equipos de Avellaneda. Por un lado, el sábado a la noche, Independiente gritó, y cómo, cinco veces ante Lanús y además, a pesar de los tres goles recibidos, festejó el retorno de Germán Denis al gol (2) y el saber que cuenta con uno de los jugadores más desequilibrasteis del fútbol argentino: Daniel ¨El Rolfi¨ Montenegro. El ex Huracán y River, en el momento que peor la pasaba su equipo, sacó el Diablo que lleva adentro y mandó al infierno a Bossio y compañía con un remate de larga distancia y un sombrerito post-avivada.

Por el lado Racing, los tres puntos conseguidos en Bahía Blanca ante el recientemente ascendido Olimpo dejaron en claro que, cuando los botines de plata de Maxi Morález se encienden, los sueños de campeón del entrenador Gustavo Costas no son utópicos. Y más si se tiene en cuenta que Christian Pellerano le agrega a sus quites su gran pegada y define el partido, o si Adrián Bastía disimula muy bien los ocho meses de parate.

Ahora bien, terminado el fin de semana, con las ilusiones a flor de piel y con la garganta roja (o celeste y blanca) de tanto gritar llega el mal trago, el freno a tanta algarabía. La de cal. ¿O la de arena?. Vaya a saber uno cual es cual pero lo cierto es que en Independiente la semana comenzó mal desde temprano. El Rolfi, sí, él, el capitán, la figura, el distinto, no se entrenó porque sentía una molestia en su pierna izquierda. Resonancia y la peor noticia: rotura de meniscos. 45 días out si todo marcha bien (recién volvería en la 9º fecha, ante Colón). ¿Será Rodrigo Díaz el reemplazante del Rolfi? Eso está por verse, aunque en la vereda roja de Avellaneda se sospecha que el 4-3-1-2 inicial pasaría a un 4-4-2, algo que le restaría muchos puntos a Pedro Troglio en su relación con su hinchada.

A medida que la noticia del Rolfi se confirmaba, la alegría de los racinguistas aumentaba en forma directamente proporcional a la tristeza que sufría su rival de toda la vida. Pero el muerto se ríe del desgollado: una jugosa oferta desde Rusia llegó esta tarde a las oficinas de Blanquiceleste S.A. por Moralez, sí, él, el pibe de los botines de plata, el que si no convierte asiste a sus compañeros para que lo hagan. El FC Moscú ofreció 7 millones de dólares por el campeón juvenil Sub-20, quien tendría decidido emigrar cuanto antes a las frías tierras europeas, a pesar que el titular de la gerenciadora, Fernando De Tomasso y Costas harán lo imposible por retenerlo.

Cosas del fútbol, un semestre que termina mal, otro que comienza de la mejor manera y que en 24 horas comienza a tambalear o, por lo menos, a ponerse en duda si será como el 5-3 y el 2-0 permitieron soñar. Fuerza Rolfi, quedate pibe.

Por Germán Papagno