Ventajas para algunos

La ventaja deportiva se basa en un beneficio que poseen los equipos que llegan a la promoción desde la categoría superior. Dicha regla dice que en caso de igualdad de puntos y goles, la serie será para el equipo que busca mantener la categoría.
Mucha ventaja para un equipo sobre el otro, que muchas veces no se ve adentro del campo de juego. Bastante ventaja es llegar de codearse con equipos superiores y poseer nombres de mayor relevancia. A estas ventajas se les suma el árbitro, correspondiente a la categoría superior, al igual que el balón; sin olvidar que el equipo que cuenta con los beneficios define como local.
La ventaja se hizo presente en la tarde del sábado dos veces. Primero dio una vuelta por La Plata. Cambaceres y Argentino de Rosario promocionaban a la Primera B. La ida había sido para los rosarinos por 2-1. Iban 181 minutos de la serie, 46 del segundo tiempo del partido de vuelta, y el 0-0 decretaba el ascenso del Salaíto. Pero, apareció Javier Rossi, quien con un cabezazo marcó el gol que los de Ensenada necesitaban para mantenerse en la tercera categoría del fútbol argentino. De esta manera la fiesta se mudó de Rosario a Ensenada.
La segunda vuelta de la bendita ventaja fue por Pilar.

La cancha de Fénix fue el escenario para una curiosa vuelta entre San Miguel y Berazategui. El miércoles habían regalado un lluvia de goles, fue 3-3; por lo que el empate dejaba las cosas como estaban antes. Y ese fue el resultado sabático, increíblemente se repitió y el 3-3 se hizo presente en las chapas. Ambos empates dejaron a San Miguel en la C y a Berazategui en la D, más allá de que en la cancha el Naranja fue más.
En ambos casos la diferencia fue burocrática y no futbolística. Las dos series se definieron por reglas absurdas que permiten preguntar: ¿Para qué existen las promociones, si la reglas son desiguales y desparejas?

Por Alejandro Manzano