martes, 5 de junio de 2007

La experiencia en sus manos...

Siempre olvidados, nunca venerados, los arqueros. Son recordados luego de errores que definen partidos, o, pocas veces, luego de definiciones por penales en las que se calzan el mote de héroes. Repetido es el caso de Marcos Juan Gutiérrez en Olimpo.
Los goles de Ismael Blanco, la creación de Nicolás Cabrera o la firmeza en el fondo de Matiás Villavicencio fueron algunos de los puntos salientes del nuevo equipo de primera división. Seguramente el pueblo, futbolero como pocos, de Bahía Blanca los recuerde. Pero desde abajo de los tres palos el aurinegro tuvo una figura que convino talento con experiencia.
Marcos Gutiérrez hace un año era el justo suplente de Justo Villar en Newell´s, si la búsqueda se remonta más atrás se encuentra que por entonces, año y medio atrás, también “calentaba” un banco en primera: el de Argentinos Juniors. El sábado fue uno de los pilares más importantes en la victoria por 2-1 de Olimpo sobre Rafaela, que le permitió alzarse con el torneo Clausura al equipo de Leonardo Madelón; y al arquero volver a primera, pero esta vez a ser titular.
Treinta y ocho fueron los partidos, treinta y uno los goles que recibió. Solamente a César Monasterio (San Martín de San Juan) le hicieron menos goles (30).
A los 37 años le aportó al equipo mucho más que solidez y voladas de palo a palo. Dicen que el diablo sabe por diablo, pero también sabe por viejo. Su edad y su paso por: Huracán, Toros Neza y Necaxa (México), San Martín (Mendoza), Talleres (Córdoba), Argentinos Juniors y Newell´s, le dejaron experiencia. Experiencia que volcó a fines de julio en este Olimpo. Experiencia en la que confío Madelón. La ánguila tuvo la experiencia en sus manos.


Por Alejandro Manzano

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