jueves, 28 de junio de 2007

De bochornos, papelones y ascensos

Si lo ideal existe, en este caso sería empezar relatando la historia de un equipo que consiguió el ascenso a la Primera B Nacional. Pero el fútbol argentino, lejos del concepto de ideal, obliga describir otros factores previos a lo obtenido por Almirante Brown.
El ascenso es un premio que extiende al rendimiento dentro de un campo de juego. Seguramente uno de los factores más importantes para subir a una categoría superior es tener un buen rendimiento futbolístico y sumar más puntos que los rivales. Pero el ascenso lo obtienen instituciones, no equipos. Y las instituciones están compuestas por: dirigentes, jugadores, cuerpo técnico e hinchas. El mal desempeño de alguna de estas partes desmerece lo bueno hecho por las otras.
Esto es lo que pasó en Almirante Brown. No hay nada que achacar desde el marco deportivo. La Fragata fue el equipo que más puntos sumó en la temporada de la B (88) y, además, se quedó con el Clausura 2007. Este fue el merecido premio para los jugadores y el cuerpo técnico liderado por Blas Armando Giunta. Pero los otros dos factores que componen la institución fallaron.
Las divisiones de la barra brava aquejan al club de Isidro Casanova desde hace ya mucho tiempo. Esta rivalidad interna trajo consigo suspensión de partidos, disturbios y hasta un pacto de no-violencia entre los líderes de las fracciones y el Presidente Juan Antonio Echeverría. Una moneda común del fútbol local es el aporte económico de los dirigentes para con los barras, Almirante no es la excepción.
Lo cierto es que estas relaciones entre hinchada y dirigencia y entre hinchada e hinchada llevaron a la suspensión del partido de vuelta en la final por el ascenso frente a Estudiantes de Buenos Aires el pasado 2 de junio. Entonces las cosas estaban 0-0, iban 13 minutos y el los Mirasoles tenían un penal a favor, acción por la que el árbitro Diego Abal expulsó a Luciano Mazzina del Pincha. En ese momento una bomba de estruendo llegó al césped desde la tribuna local del estadio de Racing, donde estaban los hinchas de Brown. El petardo explotó a menos de un metro de Walter Cáceres.
Lo cierto es que la AFA decidió que el partido concluya en la ciudad de Junín, en el estadio Eva Perón del Sarmiento local, sin público. El encuentro comenzó desde el penal. El envío fue estrellado en el palo por Carlos Zavaleta. Desde ahí el equipo de Rodolfo Della Pica se hizo fuerte y culminó el primer tiempo siendo muy superior. Pero en la segunda parte, los de Giunta sentenciaron el ascenso. A los 10 minutos Sebastián Penco hizo el gol definitivo.
Tras casi veinte años, la última participación fue en la temporada 1987/88, Almirante Brown consigue el ascenso a la segunda categoría. El castigo por el bochorno sucedido hace 25 días será el descuento de 18 puntos en la campaña que arranca en agosto.
Los de blanco y negro jugarán la semifinal del reducido frente a All Boys por un lugar en la promoción frente a Ferro. La otra semi la disputarán Sarmiento (Junín) y Deportivo Morón. Ambas series y la final serán a puertas cerradas por los incidentes en Nueva Chicago-Tigre, en otra demostración que siempre pagan los que poco tienen que ver con la violencia.
Lo real es que dirigentes e hinchas de Almirante desmerecieron un excelente trabajo futbolístico. Y no nos olvidemos que los logros deportivos son para instituciones y no sólo para grandes equipos.
Por Alejandro Manzano

3 comentarios:

Anónimo dijo...

Sabemos quien esta detras de estas determinaciones, que intereses espurios se esconden detras de instituciones como AB,por eso insisto que la manija la tiene el que abona la entrada, por otro lado cohincido con Robert que el don Corleone del futbol se tiene que ir ya...pero esto ya seria una utopia.
Sigan asi

Anónimo dijo...

Lo felicito Señor Manzano por su nota realista y dolorosa a la vez, de otro episodio que de fiesta pasa a caos y como dice usted, siempre pagan los que nada tienen que ver. opino que hay que poner otro tipo de decisiones y no, las absurdas negaciones de los verdaderos hinchas a los estadios. Sigan así. excelente espacio informativo. Gonzalez, Jorge D.

Anónimo dijo...

Verdaderamente los Jugadores y cuerpo tecnico no tienen la culpa , como siempre digo los partidos se ganan en la cancha y jugando , y de eso a Almirante no se le puede reprochar nada , pero por la gente ( de alguna manera hay que llamarlos ) tendrian que jugar en la D.
sigan asi que esta muy buena la pagina